Enfoque cero
Estoy en el ángulo de búsqueda,
despierta, alerta en el vértice.
He visto el atardecer de los pájaros,
el mar rodando sobre la arena,
he tocado la lombriz que horada la tierra
con su olor húmedo y oscuro.
He visto la mano extendida del llanto;
sobre el asfalto, la sangre recién vertida.
He clavado los dientes en la carne tensa
del olvido y la he sentido fluir.
Busco desde aquí la verdad de la palabra,
la lengua sin nudos atada a los ojos.